(Kishqaloro - Foto propia)
Allí donde las espinas, rígidas y amenazantes, parecen agredir la vida, florece sin tener en cuenta los estigmas, el don precioso de la esperanza.
No permitas que tus sueños, aura fulgurante del alma, rompan un día en lágrimas el ardor de tus equivocaciones.
Por eso vive amando sin medida y dando sin mezquindades, que la vida empieza en el mismo lugar donde termina.
Eduardo Albarracin
Palabras en los muros
No hay comentarios:
Publicar un comentario