HOLA AMIG@

Amigo de las letras y de los sones que ellas encierran, agradezco tu presencia en esta sinfonía de palabras, que sólo enmudecen para escuchar tu silencio. El precioso silencio de quien disfruta de la lectura. Te dejo mis versos y mis cuentos, para que vayas despacio, hacia tu propio encuentro.

martes, 26 de abril de 2011

El Regreso


Imagen de la Web
La sala de la vieja casona exuda olor a siglos por las grietas de sus paredes yermas. En su siniestro interior, algunos cuadros enmohecidos, se empecinan en contener aquellos rostros adustos y amarillentos de personajes que quizá otrora poblaron la sala y la llenaron de voces. Ahora descansan en el mutismo de la historia que ya no los tiene en cuenta.
A todos, menos a uno.
A Leandrito, el hijo del Patrón, sí se lo recuerda.
Cuentan que en una revuelta política, su padre se enfrentó con los Cáceres y los pasó a todos  a degüello. Entre los muertos, cayó su pequeño hijo Leandro que, usado como escudo humano, fue decapitado por un certero golpe de cuchillo de su propia mano.
Dicen que es su alma en pena la que, con un llanto gutural, llama a su hijo por las noches en la oscuridad de las taperas. Algunos corajudos que se animaron a entrar, vieron que la foto de su cuadro tiene las manos cortadas y que en el suelo, sobre manchas de sangre, están las pisadas de unos pies pequeños.

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