HOLA AMIG@

Amigo de las letras y de los sones que ellas encierran, agradezco tu presencia en esta sinfonía de palabras, que sólo enmudecen para escuchar tu silencio. El precioso silencio de quien disfruta de la lectura. Te dejo mis versos y mis cuentos, para que vayas despacio, hacia tu propio encuentro.

martes, 5 de abril de 2011

INVOLUCION


Yo vi a las campanas  murmurar por lo bajo
antes de echar a vuelo su mensaje de destierro;
yo vi a la sombra de la tarde
rondar sigilosa los nidos
antes de tomar por sorpresa a los pájaros;
y vi  también a los vientos desgarrarse entre ellos,
para arrebatarse la furia que abrigan en sus pechos
antes de volverse vendavales.

Todo eso yo lo he visto mientras estaba
montado en la cresta de la cordura;
pero ahora que estoy un poco loco,
voy cavando despacio, con mis manos aturdidas,
la fosa donde los silencios escondieron las flores
para que ellas no hablen conmigo.

Y en esta estúpida faena, saco una tras otra
las angustias que me pesan en el alma:

No haber podido parar a tiempo
el toque a duelo de las campanas,
el angustiante atardecer de la vida
que dejaba los nidos vacios de pichones,
y las tempestades que asolaron las calmas
hasta dejar esparcidos sus cadáveres.

Ahora siento el aliento de esta fábula llamada vida,
que me empuja impiadosa a cavar sin medida,
para rescatar de la roca los poemas
que se volvieron ladrillos de tumba.
Me siento culpable y a la vez inocente.
Uno debería nacer un poco loco
 y dejar la cordura para cuando sea viejo.
Por algo debe ser que los locos llegaron a santos.

Hazme un favor, hermano, ahora que puedo hablarte,
recoge las hojas dispersas de los libros
que derramaron inútilmente sus opúsculos,
para hacer con ellas un muro donde escriban
de nuevo las manos que no saben lamentar las pérdidas,

Y deja…
Deja que el necio escriba palabras obscenas,
que el moralista haga la denuncia pertinente,
que el pensador descifre los códigos
y que los enamorados pinten sus alias decadentes.
Pero déjalos,
que al fin y al cabo poco conocen de la vida.
Sólo se revela a la hora de la partida.

Y por último, enciéndeme la lámpara,
antes que el olvido, que acecha mis recuerdos,
termine por ahogar la vieja memoria
de esta insistente aventura de la paciencia,
que busca tesonera entre los sueños
la carta aquella donde me decía “Te quiero”.

…Y no me dejes solo, hermano,
que en esta tarde siento miedo.


Respuesta de Manoel Lúcio de Medeiros -MALUME el marzo 30, 2011 a las 11:11pm Hola mi querido poeta, te felicito por tu poema, lleno de inspiración!
HERMOSO.
Todo eso yo lo he visto mientras estaba
montado en la cresta de la cordura;
pero ahora que estoy un poco loco,
voy cavando despacio, con mis manos aturdidas,
la fosa donde los silencios escondieron las flores
para que ellas no hablen conmigo.

VIVA LA POESIA

1 comentario:

  1. La vida va marcando momentos,tristes,odiados,felices,hermosos.¿Sabemos distinguirlos?
    Hay que llevar las huestes de la esencia misma para continuar,no es fácil,a todos nos pasa...eso veo traslucido en éste poema...sombras y atisbos de luces.Me transportó y me enriqueció.
    Felicitaciones Eduardo.
    MARICRIS 5/04/2011

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