HOLA AMIG@

Amigo de las letras y de los sones que ellas encierran, agradezco tu presencia en esta sinfonía de palabras, que sólo enmudecen para escuchar tu silencio. El precioso silencio de quien disfruta de la lectura. Te dejo mis versos y mis cuentos, para que vayas despacio, hacia tu propio encuentro.

martes, 28 de junio de 2011

Competencia


 El infierno de a poco fue quedando chico, por lo que se decidió abrir sucursales. Como se trataba de una empresa de riesgo, Lucifer  encargó a sus demonios especializados realizar un estudio de mercado buscando la mejor ubicación para el nuevo averno, donde –además– no faltara materia prima.
No tuvieron que andar mucho. Apenas sacaron la cabeza del rescoldo se dieron con un paraíso: Vejámenes, violaciones, incestos, abortos, prostitución, drogas, crímenes, suicidios, trata de personas, tráfico de niños, robos, magia negra, delitos económicos y un sinfín de contravenciones para nada despreciables, conformaban el escenario adecuado.
Conformes, decidieron establecerse. Pero ahora andan un poco asustados; por las noches escuchan ruidos y temen que la competencia haya crecido demasiado.

Eduardo Albarracín

Confusión


Era tan inocente que siempre creyó que había nacido de un repollo. En busca de su origen, una vez quiso llegar a las entrañas de uno, pero lo fumigaron.
Ese es el riesgo que corren los que son abandonados por sus padres; pues carecen de identidad como los gusanos.

Eduardo Albarracín

miércoles, 22 de junio de 2011

Un sol compartido

Premio otorgado a Millz y su Blog "poemas en Flor"

No conozco la tibieza de otras manos
ni otro brillo distinto al de tus ojos,
tengo sí, entre mis sueños un  manojo,
de las doradas auroras de mi llano.

Pleno sol compartido, tu amistad tan bella,
que con flechas de luz hiere mi camino,
sin dolor y sin herida, de poeta peregrino
que busca en la vóbeda del cielo su estrella.

Déja, que al final de este resplandor,
de palabras fugases y  encendidas,
en querella con el silencio adormecido,

vayan de a poco abriendo camino
para entrar por las praderas floridas,
al eterno paraíso de tus poemas en flor.

Eduardo Albarracín

GRACIAS MILLZ POR COMPARTIR TU SOL CON EL PRONTUARIO DEL POETA

martes, 21 de junio de 2011

Silencio


Estoy aquí y ahora, preso de mi silencio.
Subyugado, inmóvil, casi reverente,
dejándolo transcurrir por la lenta cascada
de mi rebelde corazón que lo interrumpe.
Mejor así, quiero disfrutarte querido silencio,
porque no eres un silencio de tumba
sino un silencio que construye, tal como fluyen,
de mi descarada  insolencia, los versos.
Si no fuera así, en el ruido de los desatinos
que este mundo atrevido me da sin clemencia,
no podría recitarle a la mujer que amo mis poemas,
ni a la flor que admiro elevarle mis pensamientos.
Sólo tú, silencio fecundo, puedes edificar en mí
una torre de marfil, un cántaro de agua pura,
un castillo de cristal meciéndose en las nubes
y en su cúspide, de nieve y añil  una extraña  luna.
Pero no te demores silencio más de la cuenta;
hay quienes lloran por tu obstinada persistencia,
porque no oyen la risa de los niños cuando juegan
ni la voz de la madre que los llama a su regazo de ternura.
Extraños le son el trinar de los pájaros en la arboleda
y la palabra amor que musitan los labios les retumba lejana,
no te obstines silencio en darme calma, más allá de la necesaria…
La que necesito para descubrir a Dios en el silencio de mi alma.

Eduardo Albarracín





viernes, 17 de junio de 2011

¡Que la hoguera espere!

Vancouver - Amor en medio de disturbios Callejeros

 Arde Vancouver bajo el fuego de la ira.
Arrecia la sinrazón de la violencia
al amparo de las piedras que vuelan
y del garrote, patrón de los disturbios.

Mientras haya, a pesar del animalismo,
dos locos que se amen en el mundo,
habrá razón para la esperanza
y para el alma humana cobijo.

Amar sin que sea pecado se dice,
mayor pecado es la violencia;
tenemos de sobras los ejemplos...
"tutu conssumatum est"
mirando al cielo con los brazos abiertos.

Ama corazón que no hay escándalo
mayor que la violencia,
grita al orbe de  tu amor, la desobediencia,
que mientras haya amor....

¡Que la hoguera espere!

Eduardo Albarracín






jueves, 16 de junio de 2011

19 Campanadas

Cuesta de El Portezuelo - Catamarca - Artentina - Foto de Fabiana Villagra

Voces entramadas, urdimbre de palabras,
concebidas en la rueca  de la América india.
Sones de versos, canciones bien logradas,
universo de  sueños creciendo en los lirios.

Unión hispanoamericana ha de ser la clave
para lograr aquellos viejos sueños comunes,
de hacer una patria de muchos hermanos
que hablen la lengua de la tierra madre.

Voces entramadas, urdimbre de palabras,
concebidas en el corazón del poeta americano,
desde el poncho térreo de Diego de Guadalupe
hasta el confín del sur, helado y blanco.

Más allá de las fronteras azules del tiempo
tan sólo bastan diecinueve campanadas,
para dar la hora justa, la hora de la unión
de escritores hispanoamericana.

Felicidades hermanos en estos 19 años de vida.

Eduardo Albarracín

miércoles, 15 de junio de 2011

Perro


Un viento norte, furioso y enervante, arrastra las palomas en sinuoso derrotero, y un clamor quebradizo de hojas mustias le reclama piedad al aguacero.
El rancho de Eustaquio Pajón, peina las pajas del alero hacia adentro, y un remolino de tierra reseca golpea con violencia el adobe que añeja su destino de vivir pegado a los horcones.
Hace ya dos días que Eustaquio descansa  en el camposanto del pueblo. A la añosa soledad de su pellejo le sumará ahora la miseria de los huesos, que de a poco se irán convirtiendo en polvo para devolverle a la tierra su préstamo.
Esa es la posta final del pobre que se obstina con el silencio, y lo abraza como a un hijo que regresa después de tantos años.
Una cruz de palos retorcidos, recién labrados, señala  el sitio del entierro. Junto a ella, con las lagañas y las costillas pegadas al cuero, el noble perro espera que Eustaquio asome de ese hoyo, donde lo vio bajar apenas envuelto en su poncho raído de ausencias. Ojalá salga, quizás piense, antes que reviente el cielo en refusilos y truenos.
Ser perro no es tan malo, ahora que escasean los sentimientos. 

Eduardo Albarracín