Hace frío en el umbral de tus labios.
Algo me dice que hay
una distancia infranqueable
entre el ayer de tus besos
y el hoy de tu boca
esquiva y apretada.
Serán, acaso,
las noches sin tibieza
que se robaron las cercanías
que ayer transitábamos,
o será, quizá,
el hechizo de la luna de otoño
que enfría las madrugadas,
mientras amanecen tus
abrazos
abrazados entre el revoltijo de otras sábanas.
Hace frío en el umbral de tus labios,
suficiente frío
como para congelar nuestras almas.
¡Hermoso, Eduardo! Nostalgia de besos ardientes y saudades de los de hoy. Él no quiere convencerse, pero el frío existe. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarLa Frialdad....es horrible ,no se puede ni tan siquiera recuperar los momentos partidos del ayer.
ResponderEliminarFrialdad de soles dormidos ,de no saber hacia donde vamos o estamos...
Me gustó mucho éste trabajo Eduardo....porque no es algo aislado pasa en cualquier momento.